Viernes Santo y en Sevilla somos así de particulares y para contrarrestar procesiones y música cofrade, nos trajimos la edición del forjando leyendas correspondiente al XV leyendas del rock. Tres grupazos autóctonos de 3 estilos tan distintos como elegantes y bien avenidos.
Ánima Barroca abrió la noche poseedores de un sonido nítido en el que aúnan unas composiciones de metal progresivo muy trabajado y unos tintes de power metal en las letras y los cuidados tonos medios de la gran y personal voz de su frontman logrando una mezcla de estilos sutil y una música dinámica y elegante. En el escenario tras un par de desajustes mínimos en la guitarra de cara al sonido al público, que fueron solucionados rápidamente, la conexión musical y anímica de estos 4 músicos nos trasladaron a un espectáculo lleno de energía y carisma y demostrando lo que todo grupo que merezca la pena llamarse músicos, debe hacer, entregarse por entero a su público a pesar de las circunstancias personales ( el vocalista tenía unos problemas de garganta que para nada se notaron, pese a su preocupación minutos antes del concierto) y de sala. El dominio del bajo, la percusión acompasada a la perfección, una guitarra que parecía ser 2 y la voz masticara y perfectamente controlada de estos Anima barroca, calentaron a un público que pese a ser limitado, se entregó al 100% guiados por el carisma y la música presentada.
Tras el espectáculo de Ánima Barroca, llegó el turno de Balsa de Piedra, un estilo mucho mas sobrio y pausado, pero con una presencia y una solidez vocal, musical y compositiva asombrosas; si en la agrupación anterior teníamos las filigranas, el espíritu rápido y la fuerza del power, Balsa de piedra creó un ambiente radicalmente distinto en formas, que no en esencia. Unos temas profundos en sonido y ejecución, unos instrumentos sólidos, con un sonido puro, casi limpio de efectos mecánicos ( la distorsión era casi imperceptible) dando la fuerza y el ánimo a través de su increíble acompañamiento y la fusión perfecta, casi, mimetice de todos y cada uno de los componentes. En el escenario, los 5 miembros se movían como una sola figura, compaginándose entre ellos, enfatizando la profundidad de sus composiciones y mostrando visualmente que el estilo de música que hacen, sólido y profundo no está reñido con la presencia en el escenario.
Y llegó el turno de Silveranto... Que decir de estos showmans, Hard rock y metal en estado puro. Kubero como siempre, arrasó en el escenario, sin parar de moverse, jaleando a un público entregado, controlando la situación gracias a la banda que lo completa. Una potencia sonora atronadora sin ser estridentes, un ritmo inagotable y una sala dando saltos al ritmo de sus acordes y las voces de aliento del frontman, nos transportaron de inmediato al sabor que todos esperamos de Silveranto.
Una actitud natural y una ejecución artística fruto de la dilatada experiencia y de pasárselo tan bien o mejor que los asistentes, nos ganó el corazón y las melenas al viento. Sus canciones son energía pura, con unos estribillos coreables hasta la afonía y un directo perfecto que junto el estilo musical que ofrecen, los hacen poseedores de un directo difícilmente superable. Mención personal y especial a su percusionista, el jovencísimo Leo, un músico que posee un don con las baquetas y los pedales, un metrónomo humano con una energía contagiosa, que junto a sus compañeros llenaron la sala,transformándola en un espacio de rock puro.
Y para terminar la noche, Daeria... Sin palabras lo que este grupo puede liar en un escenario, poseedores de un sonido brutal, técnico, nítido, limpio y potente, repasaron sus discos Fenix y Alter, dando un colofón apoteosico a la noche. Repasando sus temas mas carismáticos de cada disco, desde “Miedo” hasta “Reina de corazones” todas y cada una de sus canciones, sonaron con una presencia y empaque dignas de un grupo de su importancia. El público caía rendido ante el saber hacer del grupo, la interacción que poseen con el público es enorme, conduciendo a los presentes a corear sus canciones y demostrando que el carisma y talento que poseen están a la altura de lo que se esperaba de ellos y mas. Llevaba tiempo con la espina clavada de poder disfrutarlos en directo.
Y ver si el sonido tan logrado de sus discos se mantenía en el escenario. Me alegra poder decir que SI.
Y la noche terminó con el concurso y la entrega de los premios a los asistentes, (los codiciados bonos de leyendas) y la elección del grupo que tendría la oportunidad de competir por el jugoso premio. Y como bien dijo la organización, los concursos son una mierda, los 3 grupos merecían los laureles de vencedores, las 3 formaciones demostraron profesionalidad, pericia y carisma a raudales,pero solo puede quedar uno (inmortales dixit) y estos fueron Silveranto, que como no pudo ser de otra manera, recibieron con sinceridad el aplauso de presentes y demás aspirantes, cerrando la noche de manera perfecta, con hermandad entre bandas y amor por la música.
Texto: Arus3000
Fotografia: Mar Varsan