[CRÓNICA] PURE ANDALUSIAN METAL

Hacer esta crónica no ha sido nada fácil y me ha costado estar dándole vueltas a la cabeza durante varias semanas. Se puede repetir hasta el hartazgo lo bien que estuvieron las bandas, comentar cuáles fueron los momentos estelares de las bandas durante sus actuaciones o alguna anécdota al respecto pero me parecía copiar y pegar lo que muchas veces he dicho y voy a ir diciendo.

Tal vez sea fruto de que el mes de marzo ha resultado especialmente intenso en conciertos, en actividades musicales que iban más allá de las actuaciones pero que tienen repercusión en mis crónicas. Crónicas como esta en la que la música nos mueve a salir de nuestra zona de confort para no solo para ir a un concierto sino para volver a coincidir con esas personas que comparten el mismo amor a la música que tú.

A veces, hay muchas cosas en las vísperas de los conciertos que parecen tan nimias, tan insignificantes que no parecen dignas de una crónica pero que sí tienen bastante valor personal. Tal fue el caso en los previos del Pure Andalusian Metal en donde coincidimos en la puerta con músicos, promotores, compañeros de prensa y habituales de los conciertos. El ambiente no podría ser más animado y las ganas de ver en tarima a las bandas era grande, muy grande.

Como es habitual, se abrieron las puertas con un tiempo de margen para que llegasen los más rezagados y para terminar de hacer los ajustes de sonido de las bandas.Aún así, la gente se iría incorporando conforme se acercaba el momento en el que Beheading Samsara. Esta banda es de las más jóvenes y con una de las apuestas más originales y rompedoras de las que están surgiendo en los últimos tres años en la ciudad de Sevilla con su Death metal progresivo y melódico.

Fue una actuación en la que los siete temas de su repertorio pasaron con gran rapidez y con una ejecución bastante limpia en la que el público que iba entrando, aunque bastante frío al principio, supo darles el reconocimiento merecido al final. No puedo dejar de citar el detalle de la banda al dedicar un tema a las personas que padecen cáncer y a quienes lo investigan ya que con ello están demostrando su implicación con la causa, lo cual les honra.

La segunda banda en subir al escenario fue nada más y nada menos que los malagueños de  Verdugo.Esta banda ya consolidada en la escena metal y hardcore nos aportó un repertorio agresivo para una sala que ya estaba empezando a vibrar con la música. Fue un show movido en el que la gente no pudo quedarse quieto, lo mismo que con sus compañeros de tablas Caos Day con quien hubo algunos guiños y con quienes se sucedieron las colaboraciones en el escenario. Hubo muy buenos momentos en los que ambas bandas demostraron su complicidad y también hubo un momento muy emocionante cuando se subió el hermano de Taruga.

Ya entramos en el ecuador del festival con una banda local que hoy por hoy se han ganado su puesto (y una parte de mi corazón) en la escena sevillana. Caos Day subieron a las tablas derrochando arte, garra y sentimiento de tal manera que usar cualquier palabra para definirlo se quedaría corto. Muy buena la colaboración con Taruga de Verdugo. Salió muy bien, muy muy bien.

Si ya de por sí un concierto con tres bandas es una pasada, este evento con cinco ni os digo cómo era. Ya llevábamos tres bandas y de una intensidad bastante alta que no era apta para todos los cuerpos. Cuando llegó el turno de DAD la gente estaba muy arriba, con unas ganas tremendas de disfrutar de la banda que desde el primer al último tema lo dieron todo y recibieron del público lo que pudieron darle tras la paliza de las anteriores bandas.

Aunque muy esperados por todos los asistentes, subieron a tarima los chicos de Scape Land.

He de reconocer que mi cuerpo y mi mente no dieron más de sí en el concierto ya que eran las cuatro de la mañana y el cansancio me hizo rendirme a la mitad del repertorio por lo que sería injusto, deshonesto y mentir si hago una crónica relatando cómo fue el concierto de esta banda que tanto me gusta y tanto disfruto en directo cuando estoy al cien por cien. Lo poco que puedo decir es que la banda tuvo que lidiar con un público complicado, ya muy reventado y que, aun dando todo de ellos, vio cómo el público más fiel se dejaba la piel con ellos hasta el final coreando y cantando.

Anécdotas unas pocas hubo en el concierto, como la felicitación que le hicieron al gerente de la Sala Even, el cual es una persona muy querida, admirada y respetada por trabajadores, bandas, promotores y público, por la prensa no, los de prensa no le queremos (poco).

Y hasta aquí sería la crónica pero hay una serie de cosas que a nivel personal me gustaría tratar en esta crónica para hacer reflexionar a bandas, a sala, a trabajadores y a público. Estos temas son ¿en qué momento un concierto pasa a ser un festival? ¿Es rentable prolongar los conciertos hasta las cuatro de la mañana y con after party para una sala? ¿Son cosas mías o últimamente la sala Even tiene problemas de sonorización y la acústica?

No puedo cerrar esta crónica sin pedir disculpas primero a mi medio y después a las bandas y al público por haber tardado tanto