La noche comenzó con una mala impresión al no ver a casi nadie ni en la cola, ni en las cercanías y coincidiendo además la fecha y hora del concierto con un tributo en la sala aledaña.

Una vez dentro el panorama es aún más desolador, junto al staff de la sala solo estamos 3 personas.
Para desgracia de los que se perdieron este maravilloso evento, la noche fue increíble, solo empeñada en parte por la falta de afluencia del público sevillano con los conciertos no "grandes" y de la que hacemos gala permanente.

La 1° sorpresa de la noche es el directo limpio, nítido y brutal de Astter. Suenan exactamente igual que en el disco. Misma textura en los instrumentos y las frecuencias y tonos de la voz son exactas. Logrando un sonido idéntico en una sala con unos espacios sin llenar, lo que tiene más mérito si cabe.

El despliegue de voz de la frontwoman es bestial, sonando por encima de los instrumentos sin distorsionar un ápice, surcando el sonar de las guitarras que seguían la melodía vocal, acompasadas y fundiéndose en una sola línea.
Los cambios de distorsión a limpio no saturaban la estancia y aunque quizás los platos sonaban demasiado fuerte, los graves del bajo y el tronar del bombo atenuaban ese pequeño desajuste, dejando una sonoridad muy buena.

Los aspectos técnicos palidecen ante los artísticos, todos y cada uno de los integrantes interpretan cada una de las notas de una forma años luz de la mecánica, aportando unos matices emocionales e interpretativos de cotas muy altas.

Su primera innovación en el repertorio es una versión de "Just dance" de Lady Gaga; interpretada con su estilo particular y dándole una vuelta de tuerca al concierto, con un cambio de registro muy acertado.

Teniendo en cuenta el handicap de un nuevo miembro al bajo, que en 1 semana dominaba el repertorio a la perfección, Astter demuestra que tiene calidad de sobra.

La 2° sorpresa de la noche es MIEDO, un corte fuera de CENIZAS, un tema nuevo que con un sonido brutal en calidad y presencia, manteniendo el "leitmotiv" del disco, se interna de una bonita manera en los procesos y problemas mentales. Un asalto a los sentidos que elevó la energía de los asistentes.
La complicidad de los integrantes se nota y se siente; no solo en la ejecución; las miradas cómplices, las bromas, el sincronizarse en el escenario mientras tocan; es algo que cala de cara al público y da un punto extra a su show.

Para cerrar su actuación, nos regalan otro corte nuevo, fuera de su trabajo CENIZAS. "MI REALIDAD" otro grito liberador cargado de fuerza y que hace referencia de manera elegante y cruda, a ese error que permitimos que nos suceda demasiadas veces, que es el permitir que nos atrapen y nos roben nuestra libertad individual.


Nidhögg

El inicio de los gaditanos destaca por un sonido compacto en el que el teclado da una sonoridad suave que contrasta con la dureza de los demás instrumentos. La voz de su frontman, áspera y modulada da una tercera textura a sus canciones.
La interpretación de los temas sobre el escenario se basa en la fuerza de los movimientos de sus miembros, que desde el primer compás llena el escenario con su impronta.

El ánimo que incitan es continuo, pidiendo a su público que se acerque y cante con ellos, haciendo más cercano y personal el concierto.
Sus posiciones en el escenario son engañosamente estáticas, cada uno en su fracción de escenario, pero sin dejar de exudar un carisma innegable.
La dualidad entre el metal más cercano al Power y los momentos de contundencia estilo thrash, se fusionan con un giro al progresivo haciendo surcar por una montaña de energías a los presentes.

La peculiar voz de Juanki, a momentos rasgada, a otros limpios; crea un clima sonoro que no deja indiferente a nadie.
Y nos llega sin avisar uno de los cortes, "GRITO MUDO" , en una noche cargada de emoción y sensibilidad, Bianca de Astter se suma a la interpretación dejando una pincelada extra en el espectáculo de Nidhögg.

La lírica sonoridad de Bianca junto a la voz de Juanki; dura y personal, crea una esencia fina pero fuerte durante los compases unidos de ambas voces
En los instantes álgidos de cada pieza, juanki destaca con sus tonos limpios y la transición a la voz rasgada que imprime fuerza musical e interpretativa sin mostrar cansancio vocal ni perdida de energía en ningún momento.

La belleza brutal del sonido Nidhögg no baja de fuerza en instante alguno, alternando entre nuevos temas y los clásicos de la banda.
La interacción con el público va más allá de la presentación de los temas, acercándose a los presentes con conversaciones de tú a tú; demostrando un interés real por hacer de su show algo íntimo y personal.
Inagotables pese al calor y la situación referente al aforo de público, su energía e intensidad no baja en ningún momento; disfrutando de cada canción; y haciendo partícipes a los presentes del cariño por ellas y las ganas de mostrarlas.

La musicalidad de su último tema es asombrosa, un sonido emotivo en cada nota se va alojando en el pecho y oídos de los presentes; con una contundencia que destaca con la suave textura del teclado, armonizando con la guitarra y el pulso de un bajo que pega en el cráneo

Por falta de tiempo, los chicos de Nidhögg se ven obligados a retirarse antes de lo previsto y "SIN CONDICIÓN" termina siendo el cierre de su actuación, pese a los intentos de público y artistas por alargar el espectáculo y terminar su repertorio.
https://www.youtube.com/shorts/9fLjLvR3WEQ

Una noche realmente agradable, que pudo ser perfecta, pero que por desgracia solo unos pocos elegidos pudimos disfrutar.

Texto: Arus3000
Video: cogido del muro de la banda Nidhögg

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