Los primeros acordes del inicio de “When the devils come” me dejaron sin palabras; los 80 habían regresado y con el inequívoco sonido de los grandísimos Motorhead. Normalmente, no pongo nombres de grupos similares cuando hablo de discos, pero en este caso, los chicos de Carttada son los que acertadamente, se vanaglorian de resucitar el espíritu, el sonido y la fuerza de los Londinenses.
El segundo golpe sonoro de este disco “The dance” sigue con la misma energía y espíritu que su antecesora, cerrando los ojos puedes deleitarte con esa voz dura, gastada y a la vez potente de su cantante, un ritmo de guitarra atronador y continuo y la batería brutal que acompaña esa esencia del rock brutal que a todos nos gusta
Look twice, el tercer corte, es otro ejemplo de como se debe destilar esencia y actitud. Un alarde de simple y pura calidad, una letra accesible, unas estrofas pegadizas y como no ese sabor que nos acompañara durante todo el disco, que nos incita e invita a perdernos en el metálico rasgar del bajo poderoso y la guitarra clásica y el ritmo puro del hard rock clásico. Cabe destacar el riff que manteniendo una cohesión musical, roza ligeramente un estilo mas metalero (me viene a la mente por citar a otro grande, a chris holmes en sus mejores años de WASP)
Faixa 4, su primer tema en portugués, es la versión mas gamberra de Carttada, un sonido mas rockero, con sutiles toques de un stoner muy suave y transportándonos a un bar con nuestro jack`s en la mano, mientras meneamos la cabeza al ritmo inagotable de estos musicazos. La incursión de la voz femenina, respondiendo en los puentes, le da un toque fresco y sexy al tema.
We are bastard, es la velocidad y la fuerza personificadas, desde el segundo inicial, una guitarra veloz y dura, da paso a el agotador e incesante golpear de bombo y platos antesala de la, una vez más, poderosa y personal voz de este frontman, que nos regala su energia en un tema lleno de rock y metal a partes iguales.
Nightmare, es el esperado tema de ritmo indeterminado de todo disco de hard rock, la guitarra suena pesada y poderosa, siendo un repicar conocido como “caballito” en los aficionados, y la batería, con una contundencia abrumadora, nos dan ese medio tiempo mezcla velocidad en los estribillos y sonido grabes y “lentos” en rifft y estrofas. La voz más que cantar parece que recitara una poesía, cargada de sentimiento y ritmo hipnótico.
Bad reputation nos devuelve al frenético sonido predominante en el disco, el regreso a la estructura que tan buen resultado dio en los anteriores cortes del disco, nos otorga otra vez esa sensación de estar en nuestro garito favorito, llenos de ganas de comernos el mundo, agitando dentro la necesidad de saltar y dar vueltas poseídos por la música
Faixa 8, lo mas parecido a una “balada” que nos vamos a encontrar en este trabajo, musicalmente es impecable, ritmos trabajados en ejecución y tiempo (hay que saber cuando acelerar y cuando bajar las revoluciones). Todo esta faixa destila sex appeal, desde el dialogo de la voz, a las intervenciones de la guitarra, en un dialogo con los ritmos de una percusión animada y animosa, que invitan a agarrar a nuestra pareja da la cadera y dejarse llevar (a mi es lo que me inspira), poco a poco nos aceleremos en un riff que es el clímax absoluto del tema.
Beer Thirty, el corte final, el epilogo perfecto, otra dosis impresionante de como hacer de la música energía, sensaciones y fuerza. En este ultima pieza, los chicos de Carttada, nos dan la oportunidad de terminar de morir agotados, entregando las pocas fuerzas que pudieran quedar tras disfrutar de todo el trabajo anterior.
Como resumen de este disco, os digo en una opinión absolutamente personal,que Carttada ha logrado un imposible, resucitar a Motorhead y su sonido, sin perder un ápice de su propia identidad y personalidad. Un placer para oído, espíritu y memoria.
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