[REVIEW] ATREIDES

El disco ha sido autoproducido por la propia banda, con la participación destacada del guitarrista Dany Soengas en todo el proceso, y una masterización llevada a cabo en Alemania por Sebastian Levermann, que también ha trabajado con bandas de la talla de Rhapsody.

Precisamente durante su gira con los italianos y los valencianos Sylvania, en esa época previa al maldito COVID que ahora nos parece tan lejana, desde SevillaMetal tuvimos la oportunidad de conocer el directo de Atreides en un concierto que nos dejó muy buen sabor de boca (puedes revisar esa crónica aquí: https://www.sevillametal.org/web/cronicas/1687-cronica-rhapsody-of-fire-sylvania-atreides).

Ordalía está compuesto de 11 temas, con una duración aproximada de 45 minutos, destacando en ese sentido Cruz del Sur, una ópera rock de 15 minutos de duración que finalmente se ha troceado en tres partes, ocupando las últimas pistas del disco.

Como no podía ser de otra forma, después de una trayectoria de 7 años y una mochila cargada de experiencias tras girar por toda España con bandas internacionales, Atreides sigue evolucionando en todos los aspectos, logrando una madurez que le lleva a probar nuevos elementos y sonidos sin perder su esencia, como ya pudimos comprobar: una guitarra muy potente, los ritmos de un bajo y una batería repartiendo estopa de forma casi ininterrumpida y una voz muy carismática al frente.

Es precisamente en la sección vocal donde se han introducido algunos cambios, especialmente por la adición de una segunda voz de carácter más grave y agresiva, a cargo de Dany Soengas, para jugar y contrastar con los tonos más altos de Iván López, aportando variedad y versatilidad al sonido y composición de los temas.

Otro de los reflejos de esa madurez que hemos mencionado, es una aparente mayor dosificación de la energía, con temas más pausados en su desarrollo y con mayor profundidad, siendo positivo para el resultado global, al insuflarle algo más de alma y carácter a las distintas canciones.

Por suerte, esa pausa musical no ha reducido en absoluto la descarga de buen metal que sigue dándonos Atreides, con temas como el que abren el disco, Somos lo que Somos, una entrada de muchos vatios para una pista de corta duración, y esa primera muestra de ese nuevo registro vocal que ya hemos comentado.

Sin darnos un respiro, Herederos de la Fe continua con ese nivel de contundencia, en esta ocasión con Iván dominando a la perfección la faceta vocal en la que mejor se desenvuelve. En este tema, al igual que en el resto de pistas, escuchar el nivel de intensidad de Adrián en el doble bombo es impresionante.

Flor de Madrugada es el tema más melódico de todos, con un ritmo más pausado pero no por ello más suave que el resto, en una de las canciones de todo el trabajo que deja mayor huella. Sin ser el tema más elaborado o complejo, el resultado es sencillamente fabuloso.

La pista que da nombre al álbum, Ordalía, es una buena muestra de la mezcla de ritmos y sonidos que son tónica general en toda la obra de Atreides, con momentos de relativa calma, apoyados en letras más oscuras y sonidos más pesados cocidos a fuego lento, y estribillos de rabia descontrolada sobre la base de ritmos más acelerados y voces desgarradas correteando por encima. Colaboración de lujo en este tema, con un solo de guitarra cortesía de Alberto Cereijo de Los Suaves.

Mi Gran Culpa es una breve pieza instrumental, una fugaz pero potente tormenta gobernada por las diferentes líneas de guitarras, tanto rítmicas como solistas, que sirve de pasaje para otro de los puntos álgidos del disco, Servet, que suena muy contundente de principio a fin, con un balance perfecto entre la caña de las estrofas y la melodía pegadiza de los estribillos.

Varados y Sin Perdón contrastan plenamente entre ellas, ya que, si bien las dos mantienen el sonido metal clásico que nos viene acompañando desde el principio, la primera lo hace desde un ritmo más sosegado, más uniforme, en un tema algo más plano que el resto, mientras que la segunda lo hace desde una cadencia powermetal atronadora, un constante cambio de ritmos y una voz mucho más dominante.

Cruz del Sur, dividida en tres partes, es una composición compleja, con muchos matices, canciones dentro de las canciones y un fuerte componente lírico, difícilmente etiquetable. Por momentos calmada, melancólica, y por momentos rabiosa y desafiante, contiene otro puñado de muestras de las nuevas voces incorporadas por la banda, siendo la segunda parte (Ascensión) el nexo de unión melódico e instrumental entre una primera parte (La Partida) más homogénea con el resto de temas, y una última pieza (Clarividencia) con un tono mucho más alegre y optimista que todo lo escuchado anteriormente.

En definitiva, Ordalía supone un trabajo más que notable de Atreides, con un sonido muy compacto, en el que es difícil destacar a un elemento sobre otro, ya sea la presencia vocal de Iván en los tonos medios y altos, la contundencia de las seis cuerdas de Dany, o la impecable labor de Ori y Adrián en los bajos y ritmos atronadores que conforman cada pista.

Track list: