Esta banda se forma allá por el año 2013, y es el resultado de unir todo el talento, la experiencia, la guasa y las ganas de un puñado de músicos ya curtidos de muchos años procedentes de otras bandas como Cerebral, The Winslows, Neorama, Triplodocus, The Tractor, etc.

Siguiendo la estela de su primer álbum, ya desde la portada se adivina algo distinto, divertido y con un toque gamberro muy atractivo a primera impresión que despierta un vivo interés por escucharlo.

Y es que si en “Volumen I” la banda al completo nos saludaba en su caratula desde lo alto del conocidísimo tapón de la playa de Matalascañas, en esta ocasión los protagonistas son la Giralda y la torre Pelli que compiten en altitud ante la mirada del puente de Triana, y dominados por una grandísima imagen de todo un señor pimiento proyectada sobre el cielo oscuro. Sí, señor, como en Batman, pero versión hortofrutícola. ¿Te cuesta visualizarlo? Aquí te ponemos la imagen.

Con una mezcla genial de rock (con muchos toques hard), pellizquitos de blues, su puntito de hiphop, unos gramos de cachondeo, las 10 canciones del “Volumen II” se te van a pasar volando, metafórica y literalmente, ya que apenas suman 39 minutos. Sí, se hace corto, pero esos casi cuarenta minutos dan para mucho. Trataré de dar algunas pinceladas de ello.

Como ya hemos comentado, el denominador común de todos los temas es el rock ‘n’ roll, por momentos  en su variante más vitaminada, con guitarras y acompañamientos muy cercanos al hardrock, y por momentos algo más limpio, incluyendo algunos teclados, de sonido más clásico, que crean un ambiente con aroma rockabilly de antaño.

Las voces son un continuo juego de ida y vuelta, con numerosos coros y dobles líneas, con carácter, divertidas, expresivas y culpables en buena parte del sonido desenfadado que presentan todas las canciones. Algo gritonas a veces, no siempre presentan toda la claridad que debieran, pero sin que ello interfiera excesivamente en el resultado final.

Guitarras y bajos presentan un abanico de estilos casi abrumador, tanto en sonidos saturados como limpios, destacando una gran cantidad de solos, fraseos y acompañamientos rebosantes de estilo propio y de calidad, al compás de una batería incansable con ritmos que invitan a saltar y dejarse llevar.

Todo el disco parece muy elaborado para ser tocado en directo, con canciones que transmiten mucha fuerza, tanto en estribillos como en estrofas, y ese punto irreverente que invita a pensar, al menos a un servidor, que en concierto KillDaCane tienen que ser realmente explosivos.

Quizás el punto más flojo sean, precisamente, algunos momentos puntuales más lentos, cuando parte de ese carácter se transforma en ritmos de cadencia más pausada, donde este “Volumen II” se hace algo más espeso a los oídos.

En resumen, creo que estamos ante 10 temas con mucha personalidad, en un estilo de apariencia intencionadamente descarada, que conecta con el espíritu rebelde del rock ‘n’ roll y el hiphop, pero que esconde muchas horas de trabajo y apasionada dedicación que salen a la luz en incontables detalles a todos los niveles, como ese mago que necesita atraparte, arrastrarte y hacerte reír mientras te muestra a dos palmos de tu nariz un truco de magia asombrosa del que nunca descubres el secreto.

¿Para cuándo ese “Volumen III”?

Killdacane son:

  • Tony Mortes (The Winslows) voz
  • Tridi Puñema (Triplodocus) voz
  • Jesús Chávez (Cerebral) guitarra
  • Fran Wilbury (Inframables) guitarra
  • Melchor Hanna (Fugu) batería
  • Manuel Chávez (Neorama) bajo
  • JL Postigo (The Tractor) bajo

BandCamp: https://killdacane.bandcamp.com/

YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCxpSDfPe5BglJLTQyCkF7Vg

Instagram: https://www.instagram.com/killdacane/

Facebook: https://es-es.facebook.com/Killdacane

Una review de Jesús León para SevillaMetal

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