El domingo 28 volví a reconciliarme con la Sevilla metalera de la que tan buenos recuerdos tengo.

Con la apertura de puertas programada a las 20, el llegar 10 minutos antes y ver una cola esperando a poder entrar, que tranquilamente, llegaba a dos naves de distancia; me dio la mejor de las impresiones y un pálpito que decía : "Hoy se llena"

     Invicti pilla su inicio por sorpresa a muchos (a mi el 1°) y los primeros acordes me cojen fuera

    Dentro ya hay más de 90 personas durante la primera canción, compases iniciales que ya es coreado por los presentes y logrando que el aforo que se completaba con una constante afluencia de personas que aceleraban su ritmo para reunirse en las primeras filas y puños en alto, seguir los ritmos del heavy poderoso y contundente de INVICTI.

    El show que ofrecen los sevillanos es de una calidad sonora e interpretativa sobradamente conocida y el verlos interactuar con su público, teatralizando la interpretación, jaleando en cada canción, cada estrofa y verlo reaccionar favorablemente es un espectáculo que unido al sonido y escenario apabullante de la sala custom, hace que suba de nivel exponencialmente. Con la aparición de su declamador oficial y la puesta en escena, como siempre cuidadisima, el público termina de encenderse y dándolo todo (aún más) las voces de centenares de personas casi ahogan al propio frontman, que con su habitual despliegue vocal, nos incitaba a seguir coreando. Su set list se nos hizo corto y como anecdota, en mi papel de cronista, puesto en las ultimas filas para ser consciente de todo pude escuchar la que fue la frase de la noche; durante su version de fighting the world un perjudicado espectador dijo "joder tio si es que suenan totalmente a manowar" incapaz de diferenciar la calidad de Invicti de la de los reyes del metal.

       Y llegó el turno de Dark Embrace. Cabe destacar que los cambios de setting, escenografía y la puesta a punto fue rapidísima en todos los grupos, pero los gallegos se coronaron cual grupo de boxes de F1.

         Su dark heavy metal no es desconocido en absoluto en nuestra ciudad y su curiosa formación sin bajista sonó exactamente como debía para los que los conocemos y asombró a los nuevos espectadores.Las primeras filas se agolpaban creando un bloque compacto que no dejaba un mm de espacio y aun asi, saltos, melenas al viento y vítores sin parar, acompañaban las canciones  e interludios de este grupazo. por muy increíble que me pareciera, durante sus dos primeras canciones, el público aumentaba en aforo y un mar de camisetas de la banda se hizo dueño de la sala. coros, bailes, aplausos, peticiones de más de la exquisita brutalidad musical, acompañaban sincronizados a la interacción de su frontman con el público, el cual nos mantenía en un estado de ánimo altísimo con su interpretación y saber hacen en el escenario que junto a los demoledores ritmos de sus composiciones, nos hicieron disfrutar casi quitandonos el aliento de tanto gritar y saltar

        

         Y llegó el momento que TODOS esperabamos, Battle Beast; mientras los cambios de escenografia se realizaban con una rapided inusitada, la sala entera, que estaba repleta, corria a la barra para refrescarse o ir la baño, se apresuraba para poder coger sitio lo mas cerca del escenario posible; y entonces el verde y el negro se adueño de todos. Pocas veces un "buenas noches Sevilla" ha logrado un rugido atronador tan unánime; solo con avanzar lentamente por el escenario, con esa elegancia tan fina y con su poderosa presencia Noora Louhimo nos tenía a todos comiendo de su mano y empezó “EL” show... que voz dios santo, qué sonido poseen, fino, potente,cuidado y nítido; un sonido prácticamente idéntico al de estudio que junto a la sonorización impecable de la sala y unos juegos de luces asombrosos, impactaron directamente a los sentidos de los allí presentes. Si algo caracteriza a los finlandeses es el ritmo inagotable de sus composiciones, la fuerza de su música y la textura y tono de la voz, una mezcla que hace vibrar cuando los escuchas y verlos en directo suma a esa perfecta ecuación, una presencia hipnótica y una energía contagiosa. Noora no necesitaba  animar a los presentes pues desde el primer momento los vítores al ritmo de sus canciones eran ininterrumpidos, los puños al aire se acompasan a los de la poderosa frontwoman creando una ola humana que se movía entregada a su presencia.

         2, 4, 10 temas y no bajaron de intensidad en ningún momento, la energía que poseen es arrolladora, inagotable y contagiosa. Todos estábamos agotados pero exultantes, con ganas de más y se notó que ellos también. Su manera de interactuar con los presentes a pesar de la asignatura pendiente de la ciudad con el inglés fue soberbia, adaptándose a las respuestas en forma de aullido a sus preguntas, dominando la sala pidiendo que alzásemos nuestra voz junto a las suyas, que siguiéramos el compás con palmas o levantando a su señal las manos al cielo; maravilloso en todos los aspectos. 

  Battle beast trajo consigo un repertorio de sorpresas para dejarnos aún más satisfechos que simplemente su música y profesionalidad; con unas pausas para dar más emoción al show y gestionar las fuerzas de sus miembros, utilizaron recursos tan acertados como interludios musicales de star wars en un solo de guitarra (la marcha imperial es una de las composiciones más heavys del universo) pequeños riffs de guitarra brutales y contundentes que evitaban que el público se enfriase (imposible, el nivel de implicación y ganas era asombroso) y lo que fue LA sorpresa de la noche. Tras crear un interés intenso con una sorpresa que ellos mismos dijeron solo nos daría si éramos capaces de gritar lo suficiente, uno de los chicos del grupo se marcó una versión en español de "un mundo ideal" de Disney. Las risas fueron algo generalizado y si ya nos tenían comiendo de su mano, ese detalle de humor y por qué no decirlo de calidad interpretativa, terminó por conquistarnos.

         El show, obviando su técnica, su calidad y fuerza, era fluido, compacto y siendo de más de 1h y 45 min se hizo corto,me costo ser consciente de que había pasado tanto tiempo ya, y teníamos que cada canción era la última y asombrándome de que no lo fuese; y entonces llegó su momento de picarnos para que pidiéramos un bis, y lo lograron sobradamente. Un solo y rítmico "Battle Beast, Battle Beast" por toda la sala, sin bajar el ritmo ni la fuerza del rugir de los presentes, los finlandeses volvían al escenario con más fuerza aún si es que eso era posible. Un regreso que agradecian deshaciéndose en cumplidos a los presentes, a la sala y a la ciudad, pero sobre todo con 4 temas más, 4 canciones que nos llenaron el alma y que pude ver en primera persona, no estaba en el set. durante el 3 tema extra, fui testigo de cómo el.staff de la sala acudía a su técnico de sonido para reclamar que se habían pasado de tiempo y como este con un simple gesto señalando al escenario lo explicaba todo, la respuesta de la sala fue maravillosa, una sonrisa y gesto de aprobación pulgar arriba. Y así terminó todo con una última y gloriosa canción, con la misma energía y fuerza que la primera y con una sala que saltaba, bailaba y coreaba dando todo lo que nos quedaba dentro.

Todos los grupos cuando terminan, agradecen y piropean la sala y la ciudad, pocos logran convencer de ello y muchos menos te hacen sentir que han disfrutado tanto como tu al hacer su show; Battle Beast lo hace de forma sobresaliente.

Una noche asombrosa, que aunó los elementos perfectos para hacer que todo fuese mágico y dejando un sabor de boca que tardará (si es que lo hace) en olvidarse

Agradecimientos a Nattoo Music, organizadora de tal evento.

Crónica: Arus

Fotos: Daniby

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