Nos encontrábamos otra vez en la sala X de Sevilla, preparados para disfrutar de una noche mas de metal, con dos bandas de estilos muy distintos, pero de sobrada calidad, que juntas prometían una noche divertida.
Como siempre,el punto flojo de esta ciudad es el aforo y aunque en un principio parecía que seria bastante escaso, a medida que los primeros compases de Hellhounds sonaban, el publico comenzó a llenar la sala, cubriendo los espacios y terminando con un aforo respetable.
Hellhounds es tralla, fuerza y sonido brutal, un thrash puro y duro, sin remilgos y así lo demostraron en cada uno de sus temas. La presencia en el escenario de su frontman y bajista es innegable y en nada logra contagiar a las primeras filas de la energía que sobradamente destilan. Pogos, un pequeño wall of death improvisado y un no parar de saltar, se adueñó sin pausa ninguna de todo el show de los chicos de Sanlucar la Mayor.
Repasaron temas antiguos y varios de su nuevo trabajo (algo que todos deberían escuchar)y sep odia ver como sus fans incondicionales, ademas de saltar como posesos, conocían al dedillo las canciones de este grupo, los cuales poseen la esencia mas pura de los Slayer de principio de los 90.
Sobre el escenario demostraron una sobriedad escenográfica muy acertada, dejando que la fuerza y las ganas de tocar fueran su puesta en escena, centrándose en la ejecución de sus temas. No podria decir si fueron 10 o 20 los temas que se marcaron, estaba demasiado ocupado sobreviviendo a la fuerza de sus huestes (tenían totalmente copadas la mitad de la sala entre saltos, empujones y desenfreno) y disfrutando de su música, lo que si puedo decir es que se pasó volando el tiempo que pasaron dominando el escenario y haciendo disfrutar con mayúsculas al los presentes.
El único punto gris, fueron sus seguidores, que una vez terminó de tocar Hellhounds, abandonaron en masa la sala, perdiéndose el espectáculo que vino a continuación.
Fotos/Videos: Daniby