El sábado 25 de septiembre tuvo lugar, en el auditorio del Teatro de la Axerquía, una de las citas más esperadas por los aficionados al rock y al metal en Cordoba: El Grita Festival.
En esta noche clave para el rock cordobés se dieron cita los grupos locales D&P, Arábiga y Sacramento, las dos primeras como ganadores del concurso de maquetas organizado por el mismo festival y Sacramento como emblemática banda, representante del heavy rock de la ciudad. Como cabeza de cartel, el festival contó con uno de los grupos más en forma del panorama metalero estatal, los albaceteños Angelus Apatrida, quienes en los últimos años han paseado su música por medio mundo y asaltado las listas de ventas a nivel nacional de una forma que pocos grupos de su estilo han llegado a conseguir.
Con semejantes ingredientes se preveía una memorable velada de rock y metal para esta segunda edición del Grita Festival, la cual solo pudo ser ligeramente empañada por la aún alargada sombra de la covid19, motivo por el que se extremaron las medidas preventivas requeridas tanto por organismos públicos como por el buen juicio de la propia organización del festival.
En el caso del Grita Festival, la organización está compuesta por un heterogéneo grupo de cordobeses amantes de la buena música cuyo objetivo es la celebración de un festival de calidad en su ciudad, en el que la absoluta protagonista es la música que les une y apasiona, el Rock. La idea de la creación del festival parte del videoclip de nombre homónimo en el cual se reunieron varios conocidos músicos del panorama rock cordobés para cantar durante la pandemia y animar los corazones y almas de todos los cordobeses. En dicho videoclip, basado en el tema ‘Stars’ de Ronnie James Dio para el proyecto benéfico Hear ‘n Aid , participaron algunos de los mismos organizadores del evento como Asun Barasona y Carlos Pastrana por ejemplo, así como músicos muy conocidos como Paco Ventura o de otras bandas como Trilogy 666 o Inmemorian. A raíz de dicho video, surgió la idea del festival cuya segunda edición pudimos vivir el pasado sábado 25 de septiembre con mejoras tanto en sonido como iluminación respecto a la primera edición celebrada en septiembre de 2020 y que consiguieron que el festival no tuviera nada que envidiar a la organización y producción de muchos otros festivales de los más conocidos a nivel estatal.
El primer grupo en subirse al escenario fue la banda cordobesa D&P que llegaba al festival gracias al concurso de demos promovido por la misma organización. El grupo a pesar de contar con poco más de año y medio de vida está compuesto por tres viejos conocidos de la escena rock cordobesa, Domingo Ruiz Martínez (Domi), Rafael Palacios Moyano y Rafael Lara Pópez, quienes dieron un buen repaso a los temas de su primer álbum titulado “Sonidos del recuerdo” e hicieron empezar a animarse a un público ansioso de rock con sus temas que cabalgan entre el stoner rock, el grunge o el rock alternativo, sin duda un estilo difícil de calificar, pero potente y efectivo que dará mucho que hablar en los próximos años.
La noche continuo con el grupo cordobés procedente de Lucena, Arábiga, quienes presentaban nueva formación y nuevos temas que se incluirán en su próximo disco. Arábiga, quienes se ganaron el derecho a participar en el festival también debido al concurso de demos, son un grupo que mezcla el rock andaluz con el heavy rock, siguiendo la estela de bandas míticas como Medina Azahara pero con estilo propio. Esta noche era para ellos el regreso al escenario después de un largo parón y presentaron su nueva formación en la que destacan como novedades Juan Antonio Muñoz, quien se hace cargo de la batería, y David Pancho a la voz.
Abrieron el concierto con uno de sus temas más conocidos como es “Reino de Taifas”, al que siguieron otros temas de sus primeros discos como “Dueña de mí” o “ Hablo de ti” entremezclados con temas que estarán en su nuevo disco como “La danza del amor” o “Sueños de un sultán”. La banda desde luego consiguió animar al público, sobre todo con temas como “A mi Andalucía” que más de uno del público conocía y finalizaron con lo que ha sido su último single publicado “Al despertar”, con el cual cerraron una buena actuación que dejo un buen sabor de boca en el ambiente y sobre todo para los amantes del buen rock andaluz.
Con la noche ya entrada hizo su aparición la mítica banda cordobesa Sacramento quienes también volvían a subirse a un escenario después de unos años. La banda formada por el carismático Manuel Escudero a la voz, y bien escudado por sus músicos Andrés Ugueto a la guitarra, Víctor Manuel Mateos a los teclados como nuevos integrantes de la banda y los clásicos Pablo Pantera al bajo y Sergio González en la batería, ofrecieron un gran concierto donde destaco el heavy metal ochentero mezclado con Power Metal que caracteriza el estilo de la banda. Los cordobeses hicieron un repaso a los mejores temas de sus dos anteriores discos “A sangre y fuego” y “Horizonte de eventos”, abriendo con el potente tema que da nombre a su disco de 2014 “A sangre y Fuego”, con el que ya se metieron a gran parte del público en el bolsillo para continuar con un gran espectáculo que finalizo con alguno de sus temas más conocidos y pegadizos como son “La estrella de David” y “Black Deep Rainbow” redondeando con ello una gran actuación.
Antes del plato fuerte de la noche, subieron al escenario junto a los músicos de Sacramento la cantante Asun Barasona y varios músicos más de los que habían participado en el festival como Palas de D&P, José y Mario de Arábiga además otros de otras bandas como Carlos Pastrana y Loky de Trilogy 666 para interpretar el tema “Grita” que fue el germen primigenio del festival, como ya comente anteriormente. Tras un discurso de Asun, sonaron los acordes de la canción que de seguro se convertirá en uno de los gritos de guerra del rock cordobés.
Para poner la guinda al pastel, llego el concierto más esperado de la noche, los inigualables Angelus Apátrida. Poca gente puede poner en duda a día de hoy la calidad y potencia de la banda albaceteña, quienes con un cuidado y potente sonido, han conseguido convertirse en el grupo de metal más en forma del panorama metal estatal y, de seguro, con el tiempo, en uno de los grandes clásicos de nuestro rock. La banda abrió con uno de los mejores temas de su último disco “Indoctrinate”, el cual lanzaron directamente hacia los oídos de la audiencia tras una tensa introducción, para desde el principio, poner las cosas claras y dar un buen puñetazo sonoro en la mesa, demostrando lo que es Angelus, Thrash Metal sin concesiones.
Los castellano-manchegos siguieron pisando el acelerador bien fuerte, interpretando temas como “One of us” o “Bleed the crown” para desembocar en uno de sus temas más carismáticos “Vomitive” en el que desprendieron mala leche y energía por los cuatro costados. Angelus siguieron a lo suyo, reventando tímpanos y ejerciendo a la perfección su oficio, intercalando temas nuevos y antiguos como “O men and tyrants” o “Chilhood´s end” sin bajar la intensidad. A partir de ese momento, el tsunami sonoro no hizo más que crecer, hasta impactar con el público que se había dado cita en el auditorio cordobés, haciendo levantarse aparte de la gente de sus sillas, a la vez que sonaban temas como “Downfall of the Nation”, “Violent Dawn” o “We stand alone”, incluso teniendo que intervenir tanto la seguridad del festival como el cantante de la banda, Guillermo, para pedir a alguno de los asistentes que moderaran su actitud y cumplieran con las medidas de prevención establecidas.
El concierto continuo como si nada, y la banda albaceteña nos regalo en esta gran noche, alguno de sus mejores temas, como son “End Man”, “Serpents on parade”, “Give em war” o “Versus the world”, para después de una pequeña pausa, en la que agradecieron a público y organización, hacer posible una noche tan especial y reivindicar el seguir apoyando la música y la cultura a pesar de la situación actual, encarar la recta final en la que remataron la noche con dos temas que ya se podrían considerar como épicos dentro de su discografía, como son “Sharpen the guillotine” y “You are next”demostrando porque están donde están y porque la gente recorre cientos de kilómetros solo para ver alguno de sus conciertos.
En definitiva, los que nos dimos cita en el auditorio del Teatro de la Axerquía, pudimos disfrutar de una impecable noche de rock y metal, que sin duda volverá a repetirse en años venideros y que ojalá pueda crear el precedente, para la celebración de un gran festival anual de rock en la ciudad de Córdoba. Por ello no puedo más que felicitar y agradecer a la organización, bandas participantes y público en general por ser parte del Grita Festival y crear un evento tan especial.
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