Definición Marabunta: (Nombre femenino) Migración masiva de hormigas muy voraces que acometen a su paso contra la vegetación y todo tipo de animales. (Lo que vais a leer a continuación no es una crónica; es un pensamiento, un sentimiento. 48 horas después todavía, el redactor, tiene esa alegría de haber vuelto a vivir un directo. Una pena que no haya asistido más “Prensa”)
Entré en el bar de la esquina, la verdad que el panorama no era bueno, la perspectiva de la pre-venta era muy floja y estuvo todo a un paso de suspenderse. Allí estaba uno de mis editores de SevillaMetal, bebiendo con un par de músicos y la directora de Metal Korner. Yo iba acreditado, ellos pagaron su entrada, cosas que uno agradece tanto y a veces no las entiende.
Por eso, cada letra, cada palabra, cada instante disfrutado en un directo intentan llevar el mismo odio, la misma furia, el mismo veneno de cada impulso de quienes salen a escena. Esta vez era MARABUNTA. Banda que ya ha entrado en el Inconsciente Colectivo Andaluz como una terrible plaga, con sonido abrumador, con despliegue escénico limpio, con sonido que, más allá de las deficiencias ajenas, te abre el pecho y lentamente vas notando cómo tus fibras van siendo masticadas.
Mucho puedo decir sobre esta ridícula nueva normalidad, porque, según mi punto de vista, las medidas son necesarias, pero la implementación es vaga… y no todo es culpa de la gente. Aunque les recuerdo que los que dirigen estas sociedades modernas TAMBIÉN son gente… o algo así.
La noche no pintaba bien, como siempre, para la banda primero, para la Sala Even después. ¿Y qué contarte acerca de un directo que te arrasa desde los primeros acordes? La gente en sus mesas altas, en su zona de seguridad, viendo un torrente de grandes acordes caerte encima como han insinuado en cada uno de sus discos, sus vídeos. ¿No tienen claro quiénes son? Pues aquí una muestra de aquello que predicaban en 2017 y que hoy se encuentra más vigente que nunca: (https://www.youtube.com/watch?v=pyyPqYiBoUA)
La banda se para en un costado de Metal más atento a la contundencia que se superpone con la técnica. Pero la clave del grupo radica en un bajo y batería que se disparan entre sí, pero dando balazos al público. Una rítmica que hace la entrada perfecta a los riff´s que te espolean mientras las voces, (oh, esas voces) lo dan todo, sin fallar un tono, con la brutalidad de una garganta oscura y profunda como la “del Olea”, y el señor Piedra que aporta la complejidad en los tonos. Brutal. Lo más sorprendente: las combinaciones musicales complejas, restregadas en esa crudeza callejera, en esos himnos que hacen ganar entidad propia al grupo por encima de los músicos.
A modo poético contarte que las baquetas terminaron astilladas, casi partidas, la lenta calma con la cual nos fueron haciendo derrapar fue muy adecuada a la situación. Mientras muchos estaban en la playa (totalmente merecido una escapada de finde luego de esa maligna reclusión) MARABUNTA vino a tocar, a dar un golpe a toda esa locura que nos rodea día a día.
Mientras muchos seguían intentando no desear que los rebrotes sean verdad, un puñado de personas nos juntamos a saltar (en nuestro sitio) a beber (en su mesita) y recibir un nuevo puñetazo de Metal donde más nos gusta. El repertorio contenía los grandes hitos del grupo, ese odio que te hace escupir a la cara a la impunidad, a la falsedad del sistema, con un show donde ninguno de los integrantes se ha dejado nada; lo entregaron todo, como si estuvieran delante de 5000 personas. Ese es el tipo de Dignidad que lleva a los que viven para esto a tomarnos tan en serio cada acción que realizan, no para ser famosos, si no para hacer todo aquello que los motiva.
De un lado u otro del escenario. No me atrevo a romper uno de mis códigos, ser buchón (chivato) y enumerar uno por uno a todos los que no estuvieron y que después se parten los morros para ir a cubrir un concierto con bandas de fuera… pero sí me da para decir: ¿dónde estaban los otros medios de Sevilla? Estuvo, también, mi compañero de 3Buitres.Podkast, y conversamos luego acerca de la maravilla de concierto que se ha dado por APENAS 5€. Buena parte de la ciudad partiéndose el pecho y llorando por la caída del Resu, por no poder haber ido a Viveiro… por no haber podido ver a GN´R pagando 190€… y, de nuevo, te regalan este bolo (porque ha sido un regalo) y no aparece esa masa deseosa de Metal… deseosa en las #rrss
Estas semanas que entran habrá en toda España varios conciertos, varios mini-festivales… espero que cunda por el esfuerzo de la gente que lo monta… no por dinero, sino porque tocar es parte de su Ser.
Mil gracias a Marabunta, porque cuando hablan de la escena de Sevilla se refieren a grupos de alta calidad como ellos. Feliz verano, el comienzo tiene un sabor amargo, por cuestiones que ya estamos acostumbrados… pero un sabor salado por haber vivido otra noche el poderío del Metal.
Marabunta, Sevilla 4/7/2020