Al menos eso genera en mi aura la gente de “Slit Your Gods”, quienes debutan con esta obra llena de Terror y Brutalidad.

Este proyecto de estudio está conformado por varios intérpretes de una escena únderground con más cojones que espacio, y con más técnica que varios músicos cesionistas que me puedan contar. La violencia de cada instrumento parece ser afinada un tramo tras otro, sin pensar en otra cosa que no sea la de erradicar unos demonios malformados que asoman en este disco. La apertura con “Cult of supreme blasphemy” da una entrada triunfal al concepto, y ya no hay vuelta atrás. Las combinaciones de ritmos, de riff´s de guitarras y juegos entre las bases, abre cierto juego entre el Brutal Death y algo de Técnico. Genial esa garganta, supurando entre “pigsqueal” y growl ofensivos  y contundentes. “Dragged by the cross” tiene otro tipo de armonías, con una batería más elaborada, y unas sugerentes voces que hacen un exorcismo, de nuevo las muestras de técnica desplegada por la banda es alta.

Cierre, se hace muy corto, con “Scapular of human decay”, algo más de 5 minutos donde recorremos oscuros pasillos de un monasterio asediado por Satán, y un cuidadísimo caos de ritmos y cambios de tempos, que lo hacen que sea de lo mejor del disco. De nuevo, entre la locura clásica y ciertos pasajes técnicos que son para sacarse el sombrero. Remarco el constante “in crescendo” de exigencia de los músicos tema tras tema.

La humanidad da asco… actualmente las vestimentas a las cuales nos vemos obligados a recurrir son una broma comparada con los esputos virulentos de aquellos monasterios llenos de bubones y demonios carnívoros sexualmente confusos…  Slit Your Gods  nos dejan una breve muestra de un poderío asombroso, una gran técnica y una muy jodida percepción del universo.

Este disco no puede faltar en tu set cotidiano intentando pillar cita en el SEPE, o cambiar de padrón, o evitar esta estúpida pandemia… Alto y claro en tu reproductor: “Dogmatic Convictions of Human Decrepitude”. Si te gusta lo Extremo y las convulsiones, claro…

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