De manera espontánea nos hemos trasladado a Hildesheim-Drinpenstedt, Alemania, para ser testigos de la nueva edición de uno de los más famosos festivales góticos en Europa: M’era Luna.
El festival acoge a unos 25.000 espectadores, en su mayoría pertenecientes a la escena gótica y alternativa.
Se encuentra a unas tres horas de Berlín y en la estación de Hildesheim hay preparado un shuttle por seis euros que te traslada a la entrada directamente.
Si tienes curiosidad, también puedes disfrutar los conciertos desde casa, ya que la web arte.de publica muchos conciertos en streaming.
Los cabezas de cartel de este año son Ville Valo, In Extremo, Within Temptation y Mono Inc.
El festival cuenta con dos escenarios, el Main Stage y el Club Stage.
La primera banda que tuvimos el gusto de presenciar fue Versus Goliath, banda originaria de Munich que combina rock, metal y rap. Hay que destacar la energía de sus integrantes, que nos hizo sentirnos acogidos desde el momento 0.
Mientras Megaherz tocaba en el escenario principal, me trasladé al Club Stage ya que tenía un gran interés en ver a la formación belga de synthpop Absolute Body Control, muy similares a bandas del calibre de D.A.F. El vocalista Dirk Ivens y del generador de música electrónica Eric Van Wonterghem escupieron unos sonidos envolventes y robóticos. Los acompañaban unos gráficos minimalistas en la pantalla que creaban la sensación de estar atrapado en un ordenador.
Absolute Body Control
La medalla de oro se la llevó Rabia Sorda, que cuenta con un largo recorrido a sus espaldas. Se trata de un proyecto de Erk Aicrag con toques de punk y electro industrial.
Fue una puesta en escena muy performática, ya que contaban con una percusionista y bailarina que nos conquistó con su rabia y elasticidad.
Neuroticfish, proyecto de estilo future-pop, sorprendió con su sonido melancólico y de fábrica. Se aprecia la influencia de Depeche Mode en el vocalista y Nine Inch Nails en el teclado.
El festival también ofrece actividades paralelas como workshops de maquillaje y de baile medieval.
Ahora hablemos de logística:
Hay que destacar que la distribución del festival es óptima.
Los servicios están muy bien repartidos, de manera que se evitan las colas.
Hay una gran oferta culinaria, así como terrazas para sentarse a comer o descansar. En cuanto a el camping destaca que esté prácticamente integrado en el recinto, creando un ambiente de comunidad excepcional.
Es imposible evitar echar un vistazo a los looks tan increíbles de los asistentes, desde faunos, pasando por el estilo gótico más clásico hasta incluso un yeti. Aquí todos dan rienda suelta a su imaginación y se permiten ser libres por unos días.
Si quieres complementar esta información no te pierdas mi video crónica en el canal de YouTube La Visitante de la Música:
Fue una estancia breve pero bastó para comprobar que M’era Luna es un festival de primera y de obligada visita, especialmente para la comunidad gótica.
La Visitante de la Música