En un momento donde el sonido más clásico del hard y el metal parece estar regresando a las composiciones de discos, en forma de pequeñas pinceladas. Nurcry aparece dando un cambio bastante radical; retomando la esencia y el sonido de los 80, les da pequeñas pinceladas de sonidos y estilos más modernos, revitalizando un genero que por suerte, nunca olvidamos del todo.
En su trabajo “Destino yo te busco” nos encontramos con un sonido arrollador y explico el porque. Desde una edición de sonido que hace justicia a la parte artística, (dejando notar el uso de las nuevas tecnologías) a la difícil tarea de conseguir ese sonido puro, sin efectos computerizados ni sintetizadores, dejando sonar al conjunto tal cual; Nurcry retoma ese estilo clásico en el que la importancia real del disco eran los músicos y su saber hacer, solo el talento inundando de música pura y dura.
Escoltados por una miríada de colaboradores del más alto nivel, 12 cortes del metal más clásico nos esperan para ser escuchados con atención, degustando el saber hacer de estos 5 músicos que nos traen el sueño de su 6º componente y fundador en la forma de nuevo y recuperado metal clásico.
Abriendo el disco y como presentación de todo el trabajo, tenemos el tema homónimo “Destino, yo te busco”. Un corte rápido donde los riffs de la guitarra avisan desde el 1º momento una canción con ese toque “alegre”. Las voces son capaces de imprimir la intención de la letra a la perfección, esa sensación de poder ver en tu mente la historia que nos cuentan esta lograda de una manera ya prácticamente olvidada, lejos de teatralizar y personificar, nos la cuenta como quien cuenta una historia ante el fuego. La musicalidad es maravillosa, armonía en las voces, que se mueven en los compases de una batería y un bajo que palpitan en el tronar de las guitarras, creando una pieza elegante a la par que dura y potente. Los cambios en las texturas vocales, el subir y bajar de los tonos durante las estrofas y unos coros pegadizos son la joya de la corona que este tema.
En “Contra viento y sol”, el segundo corte, notamos esa influencia de finales de los 80 e inicios de los 90 (al menos yo he encontrado referencias estilísticas a varios grandes del metal de esa época, y hablo solo de unos segundos al inicio). El tema es una orgía de emoción desde la base de las guitarras, el compás del ritmo, el vibrar de ella voz (sublime) y la letra, que una vez más nos enseña que contar historias es un arte. En mi humilde opinión, es la canción que más se asemeja a un himno de todo el disco, su composición y estructura, invitándonos a cantarla mientras resuena en nuestros oídos. Musicalmente es perfecta, desde el primer compás hasta el último, la energía y ritmos van en aumento hasta llegar al clímax en el estribillo, que se fusiona en un solo de guitarra y el tramo final de estrofas que es, no solo un acierto compositivo, sino que mantiene una tensión acústica maravillosa. Una de las canciones más cortas del disco que te deja con una necesidad de más y más escuchas, para poder disfrutar de la sensación que te deja en el corazón.
“Hombre asesino” Es otro ejemplo de lo que es renovar un sonido clásico, sin ser una canción rápida, la leve variación del ritmo y el rango vocal con respecto a los dos temas anteriores, logra crear un estado de ánimo y energía un tanto más sosegado, pero igualmente intenso. Una voz con una textura muy diferente a las anteriores le da un toque personal que encaja perfectamente con unas guitarras más oscuras y diría intimas a falta de lograr un adjetivo mejor. Una vez más, el bajo y la batería dan esa nota de color y contundencia, relajando el ritmo pero aumentando la intensidad, primando la contundencia sobre la velocidad. En definitiva un corte quizás más “siniestro” e impregnado del estilo de los 80.
“Corre tú más” es otra vez la energía desbocada. Ese bajo que palpita en el pecho, la batería con un ritmo de “trote” rápido, rozando el galope, unos acordes de guitarra que son delicia sonora y una voz que nos inspira positividad e infunde con una necesidad de explotar, avanzar, a no parar quietos. Un canto a seguir adelante y no rendirse que, junto a todo el disco explota un sentimiento de evolución y por que no decirlo; perseguir y alcanzar objetivos.
“Hermanos de fe” nos devuelve a la energía y el estilo de la 1ª canción. Un tema movido, rápido y con una estructura de fácil escucha. El estribillo es el corazón de la canción, unas líneas pegadizas que una vez más invitan a ser coreadas cada vez que aparece en escena. La fusión de los Riffs de las guitarras y el ritmo desbocado de la batería crean una energía poderosa y te hace pensar en como es posible que el bajo suene tan poderoso y veloz al mismo tiempo (y sin escupir una sola nota). Las cotas de los agudos que se alcanzan en los compases finales son apabullantes y una de las cosas que más sorprende es como un tema de casi 4 minutos se termina en un parpadeo, dejándote con ganas de más y más.
“Saber ganar” empieza con lo que crees que podría ser una balada, para pocos segundos después, explotar con una potencia y velocidad medio alta, bastante alejada de lo que creías que ibas a escuchar. Pese a todo y siendo una canción llena de energía positiva y de ánimo, en su esencia y quizás en algunos compases las guitarras encierran esa esencia de canción sentimental lenta, los chicos de nurcry han sabido darle un tono más vital. En esta ocasión la esencia y el centro de la canción es el mensaje que nos presenta. Una canción a la esperanza y como su hermana de sentido y sentimiento
“Falsa y mortal” es mi corte favorito de todo el disco. Una mezcla de fuerza, contundencia, sentimiento, velocidad y energía positiva (el espíritu del disco). Las estrofas van apareciendo precedidas por unas guitarras cargadas de giros y color que hacen que la historia contada tenga aún más fuerza. En la letra nos sentimos todos representados y la interpretación vocal e instrumental está cargada de ese sentimiento tan amargo que todos hemos conocido. Un tema que se creó, no tengo duda alguna, pensado para darte una patada en el estómago, musical y emocionalmente. Artísticamente hablando, es impecable, los cambios de ritmo, los tonos que suben y bajan, la cadencia del tiempo y los arreglos vocales, se hilan y entremezclan en el momento exacto, en su justa medida, para crear un sonido compacto, sólido y sonoramente cuidado al extremo.
“Camino atrás” es Hard rock puro, el sonido, el compás, la letra, el espíritu y obviamente la esencia nos traslada inmediatamente a nuestro garito de referencia, con nuestra copa/cerveza en la mano. El truco de este tema esta en lo que nos inspira. Cada uno al escucharlo encontrará un sentido propio en su letra e intención, pero sin duda nos lleva a ese rincón, a ese lugar donde sabemos que todo era mejor y sobre todo éramos nosotros mismos. Un canto alegre que nos invita mirar al pasado y reencontrarnos con nuestra esencia.
“Sal y vida” es la canción “bonita” del disco, una canción romántica que lejos de ser “moñas” demuestra que el espíritu del AOR contando historias tristes, pero con cierto sabor de esperanza, casan perfectamente con un sabor de metal más potente, manteniendo esos estribillos tan queridos y conocidos en su musicalidad y voces limpias y armónicas. Los compases de la guitarra se alternan perfectamente con pinceladas de recorridos por escalas trabajadas, dotando según el momento de un espíritu más triste o positivo según la necesidad del tema. La batería es la más trabajada en cuestión de cambios de ritmos, redobles y repiques estratégicamente situados en el devenir de la canción. Una temática y estilo imprescindible en todo disco del género que se precie que aúna estilos y da muestras de la calidad compositiva del disco.
“Lengua de serpiente” mala leche concentrada, así la defino, un ritmo medio para dar rienda suelta a un mal que todos hemos vivido, la traición de un amigo. La elección del ritmo y la energía de esta temática, aunque en un principio pediría más velocidad, es perfecta pues afronta desde otro punto de vista la situación, Cuando escuchamos canciones sobre traición siempre se ve desde el momento del dolor al descubrirla; aquí la aceptación, superación y el enfrentarse de cara a ella, es la óptica desde la que se afronta el tema. Una nueva revisión de un clásico dentro del metal, que manteniendo un estilo musical más que conocido, reinventa desde la composición de la letra y los sentimientos que despierta.
“Sol naciente” y regresamos al Hard rock con sabor de los 80, el ritmo, el sonido, las guitarras con una alma de “malotes” que tanto nos gustan. La batería tiene un ritmo que solo podría describir como “poderoso”, que te invita a caminar pisando fuerte mientras la escuchas, el bajo pasa sutil recorriendo la espalda, retumbando desde el oído y pasando por toda la columna con cada golpe de las cuerdas, Las voces son fuertes, pero no por su volumen, sino por la contundencia que imprime en cada verso, por su manera de cargar con una impronta de fuerza y seguridad cada palabra, cada frase. Una estructura instrumental sólida, no solo por su ejecución, en la que otra vez nos demuestran que saben muy bien lo que hacen y como hacerlo, sino por la capacidad para transmitir la idea que hay en el sentido de la propia canción.
“Ver sangrar” sé que antes dije “falsa y mortal” era el corte favorito del disco y no mentía, pero es que con este tema decir favorito es quedarse corto, lo necesitaba en mi vida y no lo sabía hasta que apareció ante mí. Desde las primeras notas de guitarra, un tapping precioso y cargado de emoción, pasando por los golpes de una batería que se hace presente con sutileza, un bajo que te mece en su vibración, mezclándose con el palpitar de tu corazón a una fusión de voces que erizan la piel por su color, su textura y su tono, la música te acompaña y te mece con cariño y cuidado por una letra cargada con un feeling que no te deja indiferente en ningún aspecto. La letra te pellizca allí donde más “duele” despertando una sensación cálida, dando un calor interior, impulsándote a buscar dentro de ti, esa faceta, esa luz interior que todos tenemos y demasiadas veces olvidamos. Cada una de las notas, cada “tempo”, la ejecución, la sinergia entre los músicos...de principio a fin (que fin, que nota tan increíble, sensacional e impactante) es una abrazo al alma. SUBLIME.
Texto: Arus3000
