Tras 25 años de carrera, una cantidad impresionantes de premios, giras por todo el mundo y siendo un jodido referente del metal patrio y una de las voces más prodigiosas que he tenido el placer de escuchar en directo; Elisa C Martín, vuelve a la carga y a la escena, esta vez en solitario, presentando su “Nothing Without Pain” un disco soberbio en el que demuestra que es mucho más que power metal y que estos años esperando su regreso han merecido la pena.
Ante todo debemos destacar que si lo que esperas es un disco con el sonido “clásico” de Elisa (o de cualquiera de sus grupos anteriores) no vas a encontrarlo aquí. La evolución es palpable, un sonido mas directo, fuerte y crudo,aunque con ese cuidado detalle al que nos tiene acostumbrados y esa voz nítida y limpia como el diamante (el cristal se queda corto). Este es un disco de matices sonoros, de mezcla de estilos actuales y actualizados, un disco que “pertenece a la guerrera que ha unido lo viejo y lo nuevo”.
Con 11 temas maravillosos, donde la energía y la potencia se abren camino pista a pista, unas veces con ímpetu arrollador y otras con un sentimiento desgarrador, el cohesionado trabajo de composición y estructura nos deja queriendo más con cada escucha.
Todo comienza con NO FEAR, una dosis de Heavy Metal de manual, poderío vocal, riffs de guitarra contundentes, batería que marca el compás de cada estrofa a una velocidad que sin ser prodigiosa (ya dije que no es ni power ni speed metal) no indica cual sera el devenir de este disco. La voz de Elisa tiene como no podía ser de otra forma, la capacidad de ser bestial y preciosa al mismo tiempo, aullando cada estrofa sin perder ese color y esa textura tan puras y finas, creando en si un contraste entre su energía y su sonido.
Con CARRY ON (no es manowar ni falta que le hace) bajamos las revoluciones al disco, pero solo en el ritmo, los cambios sutiles de ritmo, pasando a casi balada en algunas estrofas, se encarga de mantener la “tension” en la escucha gracias a la impronta emocional de la canción. No es un tema lento en absoluto y a mi parecer recuerda a grupos como “Evergrey” o “ Nocturnal Rites” que jugando con las melodías vocales, crea su propia canción dentro de la canción usando la emoción de su voz como instrumento propio
TEH WINNER es una pieza alegre, con unos teclados omnipresentes que hacen que la voz mas primal y dura de del disco, usando una textura rasgada y cuasi gutural, a ratos, destaquen y sorprendan aun más por lo novedoso en su registro.
THE END, empieza de una manera épica, 3 notas son suficientes para erizarte la piel, la voz suave y delicada, va progresando poco a poco, en tono, potencia y sensación, hasta llegar a unos agudos impresionantes, claros, nítidos y rozar siquiera el falsete, escudados por una guitarra que le otorga una contundencia aun mayor gracias a sus notas mas graves. La velocidad de la pieza va en aumento según nos acercamos al final, donde nos sorprende una vez mas con una voz mas grave y oscura, para volver sin mas, a ese tono alto, limpio, y que hace que el corazón se para un segundo, procesando las emociones que despierta. Aquí os confieso que es con diferencia mi pista favorita de todo el disco.
TAKE OFF THE MASK es además de un tema asombroso, donde podemos encontrar un sonido más “nu” y una interpretación vocal algo mas distinta a lo que vemos en todo el trabajo, no olvida su musicalidad y armonía vocal, en una “patada en la boca” sonora a lo que mas daño nos hace en este mundo, las dobles caras y que teniendo en cuenta el titulo del trabajo y sin necesidad de ser un portento matemático, nos facilita el sumar 2+2 y entender el por qué de ambas cosas. (muy identificado con el sentir y naturaleza de esta canción).
YOU ARE THE CHOSEN ONE aquí es donde encontramos la versión mas power que encontrarás en todo el disco, detalles y reminiscencias del estilo con la incursión de coros tan típicos en el estilo, pero todo dentro de un sonido puramente heavy metal, que junto a un estribillo que te lleva de la mano al género que la dio a conocer y un punteo maravilloso, os hace navegar entre ambos estilos.
SONGFORY es la balada necesaria en todo disco de metal que se precie, no por que sea un descanso de la energía inagotable del resto del disco y nos de tiempo a recuperar, sino por que nos muestra su lado mas intimo, mas puro y bonito. No es una canción, es una carta de amor y un agradecimiento a su compañera de vida , un regalo sonoro para nosotros y un gesto precioso en el que no tiene vergüenza de gritar qué y cómo siente que es su vida gracias a la persona que ama. Preparad los pañuelos porque es bonita a rabiar.
DEAR DADDY es el epitome del metal, energía pura acumulada en una montaña rusa de estilos, fuerza y saber hacer. Un manual de lo que es un himno, de lo que es saber controlar tiempos y potencia, de saber qué y hasta donde podemos llegar, un espectáculo asombroso de velocidad contundencia y un muestrario de lo que la maestría de Elisa puede y sabe hacer. Detalle estilístico a esos coros dignos de los grupos de metal sinfónico o gótico.
NO MORE nos devuelve al metal puro, en algunos momentos roza un poco el power, pero solo como un toque de color. Las estrofas largas y potentes, se aúnan a una guitarra musical y una batería animada y rápida que confluyen en un estribillo diseñado para ser coreado por el público en cada directo. Hay canciones que se escriben para ser tocadas en vivo si o si y esta es una de ellas.
MY LAND y llegamos al único estilo que nos faltaba, el hard/heavy rock y que como no podía ser de otra manera, Elisa lo borda. Un canto a la nostalgia, a tiempos mejores y al apego anímico a la tierra patria, con un guiño brutal en el sonido de las guitarras que no deja lugar a dudas de donde es y a quien canta. El estribillo es pegadizo a mas no poder y el broche perfecto para la canción que cierra el disco.
El regalo de este disco es la versión en castellano de su carta de amor a su pareja. Si en ingles te rompía el corazón (para bien) en nuestra lengua materna es aun mas emotiva, mas preciosa y bonita. Es difícil hacer participe a un extraño del sentimiento tan fuerte que es un amor absoluto e incondicional, pero quién no tiemble con cada fibra de su persona con esta versión, es que está muerto por dentro.