En la jornada previa al Domingo de Ramos (con todo lo que conlleva este dato en nuestra ciudad) la peña organizadora del Palacio Metal Fest -evento señero de la música dura andaluza y con cada vez más prestigio a nivel nacional- nos obsequió con un atractivo cartel con dos grupos que merecen estar en el grupo de cabeza del mejor heavy/thrash de la escena española: WILD KRASH, banda local que se ha ganado a pulso el unánime respeto y admiración de la comunidad metalera hispalense merced a sus grandes canciones y magníficos directos y los mallorquines TRALLERY, otro trío demoledor cuya agresividad y fiereza en las tablas ya hace tiempo que se les reconoce en todo el país.
La gran bajona fue comprobar el escasísimo público que había para contemplar el espectáculo, cierto es que coincidía en fecha con un festival gratuito en Santiponce donde cerraban Silveranto (combo muy apreciado) pero no deja de ser triste que tan destacados músicos sólo atraigan a unas 60 personas siendo generoso en el cálculo numérico.
Desde 2017 llevan funcionando WILD KRASH con dos buenos discos a sus espaldas, sobre todo gracias al empeño del líder, vocalista, guitarrista y compositor principal Fernando Viko cuyos riffs son un auténtico tesoro a guardar. Arrancaron a eso de las 21:05 con “Living wild”, enlazada con la poderosa “Tyrant” de aromas Motorhead, seguida del hard rock/heavy metal desenfadado de “Are you ready to rock”. Quizás algunos problemas con el sonido en la guitarra sean la causa de que algunos solos los percibí algo “enmarañados” y menos limpios de lo habitual, en todo caso la contundencia de la base rítmica formada por la sabiduría técnica y gran pegada del siempre eficaz Emilio Sánchez “Kanina” y un bajista con la difícil papeleta de suplir al fiera de Sergio Martínez (quien andaba por Vitoria en bolo con Tete Novoa) que cumplió su misión con brillantez al mando de un instrumento de cinco cuerdas: Manuel Medina, bajo de Medictum, así como el macarreo divertido y la conexión con el respetable nos aseguraba una guapa tormenta sónica no exenta de buenas melodías.
Vimos a Viko desgañitarse acometiendo “Ride to die” con esas líneas de bajo nada simples, luego vibramos con su primer single “Hard liquor” y los cambios de ritmo de “Jackson X”, intuimos el saborcillo a Pantera del trallazo “Trasher” (pieza que igual que la siguiente “Road for hell” podrían estar firmadas perfectamente por alguna formación internacional). La simpatía y entrega en estos tipos se da por descontado y optaron por sus temas más enrabietados conscientes del estilo de los siguientes en tocar.
Cerraron sus 55 minutos de intenso set con ese temazo que se inicia al ritmo de una sirena de las que avisan de un inminente bombardeo aéreo llamado “Under fire”, con su maravilloso y pegadizo estribillo que me recuerda a nombres como Ratt, Skid Row o incluso hasta Dokken. WILD KRASH volvieron a demostrar que son apuesta segura de caballo ganador de grupo importante, merecen mucha mejor suerte.
El origen de Trallery (Palma de Mallorca) data del año 2009 en una banda-tributo a Metallica que se llamaba White Shadow en la que, al coincidir los tres miembros actuales decidieron al año siguiente cambiar de nombre y hacer sus propias composiciones. Son ya pues 14 años dando mucha guerra -siendo ya la quinta visita por nuestros lares- en los que han facturado tres discos muy apreciados por los fans del género trash-metal evolucionando hacia terrenos death y matices progresivos y oscuros. En 2013 ganaron la final de la Metal Battle Spain representando a nuestro país en las “Olimpiadas” del heavy de la localidad alemana de Wacken.
Sobre las 22:25 horas irrumpían en escena con un par de referencias de su aclamado álbum debut del 2013 “Catalepsy”: “Pluralized Chaos” y “Collateral Damage” servían para avisarnos de lo que se nos avecinaba, seguida del corte que bautizó y abrió su segundo LP del 2016 “Spiritless”, del cual cayeron seguidos 3 cortes más (“Evil Pride”, “Scavenger Crow” y “Hunt To Kill”) transmitiendo alegría y locura entre el respetable que disfrutaba corriendo en círculos y pegándose empujones y es que de ganas de cachondeo jeje vamos “sobraos”. Además, en los escasos momentos en que el torbellino sonoro se hacía más lento sludge, ribetes doom y profundidad denotaron también poseer sensibilidad compositiva.
Los trashers puros de oliva portaban ya sonrisa de oreja a oreja y la peculiar imagen estética (bigote y melena afro) y manera de cantar y moverse del simpático frontman y bajista Humberto Pol a veces oscura y grave, a veces desquiciada y aguda se había ganado al personal del tirón, se apreciaban las muchas virtudes técnicas de sus dos compañeros, a saber: el guitarrista Biel Gayá de gran finura tocando y el batera Sebas Barceló muy solvente y acertado toda la noche.
Llegó el momento de presentar un adelanto de su próximo lanzamiento discográfico que será el cuarto ya de su carrera, el potente tema inédito “Starvation of the soul” que enlazaron con 3 canciones de su último trabajo hasta la fecha (“Isolation” 2019): “Crystallizing”, “Ghost Rumour” y “From Nowhere”, a estas alturas la peña estaba entregada a los artistas que agradecieron a los organizadores haber sido los primeros que los sacaran a dar conciertos fuera de Mallorca y bromearon con la presencia de su guitarrista en la inminente final en el Estadio de La Cartuja de la Copa del Rey de Fútbol para animar al equipo de sus amores.
Para el fin de fiesta tiraron de la etapa inicial más trash-metal recordando cuando ensayaban en un garaje y se llamaban “White shadow” dejando el perfecto colofón a un apabullante show continuado de una hora y 20 minutos para la mortal de necesidad “Catalepsy”. Ambos grupos pueden aspirar perfectamente, por capacidad y actitud en directo, así como por habilidades y destrezas musicales, a entrar en el circuito de grandes festivales europeos cañeros.
Sala Even, 23/3/24, Sevilla.
Texto: Eduardo “Powerage” Pineda.
Agradecimientos por las fotos a : Manuel Reyes, Delma Domingo y Edu Pineda
